Discúlpame, te he pillado.
Soy como una bruja y tú como un libro abierto, pero es tu responsabilidad.
Llevas varias semanas dándole vueltas a tu cabeza.
Estás, pero no estás en la oficina.
Tienes desánimo y a la vez necesitas energía para afrontar el trabajo.
No estás en armonía, piensas: “sí, estoy bien, me quedo aquí”, pero más tarde es, “no, no soporto esto”.
Un totum revolutum, continuo.
Este tipo de pensamientos son la antesala de un cambio.
Es natural que las personas permanezcamos en bucle y no nos sienta bien.
Pero esto nos pasa por no pararnos a pensar en nosotros mismos y a tomar decisiones.
Nos sentimos mal y no hacemos nada cambiarlo o mejor dicho sí que hacemos, quejarnos.
Y esto también, es nuestra responsabilidad.
Dos consejos para vivir mejor. A mi me funcionan:
- Si no haces nada por cambiar lo que tienes, no te quejes, asúmelo y serás más feliz.
- Si definitivamente quieres hacer algo por cambiar, no sigas en el bucle, ponte manos a la obra y empieza a tomar acción. Esto también te ayudará a vivir mejor.
En ambos casos la solución siempre está en ti. En responsabilizarte de las decisiones que tomas o no tomas.
Reflexión para ti:
¿Qué es lo que ganas y qué es lo que pierdes por permanecer en el bucle?
Podrías imaginar, ¿qué pasaría si dentro de dos años estarías en un puesto distinto?
¿cómo te sentirías?
¿qué estarías haciendo?
¿cómo habría cambiado tu vida y la de las personas que te rodean?
Ese futuro puede ser tuyo si tomas las decisiones correctas.
Programa Empléate con sentido: para profesionales inquietos que quieren trazar su camino profesional.
Reserva una sesión aquí y vemos si puedo ayudarte.

Deja una respuesta