Las 3 consecuencias más frecuentes que provocan la definición de objetivos departamentales.
Los objetivos de área o departamentales son un arma de doble filo.
Lo más común en una empresa es que, tras definir los objetivos globales anuales, cada área “agarre” los que le competen y los despliegue entre sus “filas”.
Objetivos, que llevan aparejadas cantidades salariales a percibir por cada empleado si cumplen con los requisitos definidos.
Por un lado, está claro que cuantas más personas de un área tengan objetivos definidos vinculados con los objetivos globales, más posibilidades tendrá la empresa de conseguirlos.
Pero por otro, al desplegar los objetivos de arriba abajo departamentalmente, se pierde, primero, el foco de la trasversalidad y, segundo, se pierde sobre todo el despliegue de la estrategia en objetivos compartidos.
He aquí dos errores importantes.
Poniendo la lente en el primero, es como si estuviéramos plantando la primera semilla para que broten los departamentos estanco y las “luchas” internas entre directivos.
– La productividad choca con la calidad.
– Los precios del producto con los costes de producción.
– El coste de aprovisionamiento con los precios del producto.
– El coste de la logística con el servicio al cliente.
….
¿Te suenan?
Estas “guerras” internas son la consecuencia de:
- que los objetivos no son compartidos ni definidos trasversalmente desde participación,
- que cada directivo está pensando en la consecución de los objetivos de área. Que son los suyos propios y los de su equipo, esos que van ligados directamente a su retribución,
- que las posiciones están más centradas en el departamento y no en gestión global, no se comparte información a todos los niveles y trasversalmente, cada uno va a lo suyo, su área, y ante los problemas, balones fuera.
Tres situaciones que se pueden solventar si profesionalizas la gestión de la retribución variable orientada a la DIRECCIÓN POR OBJETIVOS ESTRATÉGICOS y mejoras la comunicación interna.
La dirección por objetivos se centra en el despliegue de objetivos estratégicos extendidos a lo largo y ancho de la organización.
Una gestión así, sí que orienta hacia los objetivos empresariales y tiene sentido.
¿Te has planteado mejorar tu sistema de retribución variable?
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