Hay personas que, aunque les digo: “puedes hacerlo sólo”, prefieren ir acompañados.
Este es el caso de Ángel, un directivo en busca de nuevos retos profesionales. (Persona real, nombre ficticio. Esta persona está en activo)
Un profesional bien relacionado, con una trayectoria consolidada y con una sobrada tarjeta de presentación.
Con ciertas sensaciones de necesitar concretar y ordenar su mensaje y de enfrentarse a la dificultad de “pasar los filtros” de las plataformas de empleo.
Ésta última, una de las más comunes expresadas por los profesionales que están en proceso de transición.
Desde mi punto de vista, capaz de afrontar la búsqueda de su nuevo reto profesional por sí mismo.
Así se lo dije en la sesión que tuvimos para conocernos.
Detecté que el 80% del programa Empléate con sentido lo manejaba y le dije, en mi opinión, dónde tenía que poner el foco.
Aun así, me trasladó que:
- le había parecido una oferta positiva para él,
- tal y como le había dicho había cosas que conocía y otras que no, y,
- tenía la intención de llevarlo a cabo el programa.
Le entendí.
Es cierto que, aunque uno esté curtido, siempre aprende de la mirada del otro.
Al mismo tiempo que no es lo mismo pensar las cosas por uno mismo, que compartirlo con otra persona experta que te de su opinión y te oriente según su experiencia y conocimiento.
Ahora mismo estamos en el pleno desarrollo de programa.
En cada sesión tras su trabajo individual, extrae aprendizajes que le están ayudando a orientarse hacia su objetivo y que está consiguiendo satisfacer esas necesidades que tenía de base.
¿Mejor sólo o acompañado?
Tu qué opinas.
Si piensas que acompañado, pulsa aquí.
Deja una respuesta