Inspirarse en el éxito de quienes te rodean es síntoma de estar comprometido con los propios retos y el aprendizaje.
Una directiva destacada que se inspira en los demás, lo muestra y aplica lo que le haya resultado interesante, tiene una aportación de valor mayor al resto, reforzando el valor de la mejora y el progreso para la empresa y el equipo.
Reconocer el éxito de otras personas y aprender de ello es fuente de humildad, cambio y seguridad en uno mismo.
Es más, un directivo debería ser capaz de preguntar a una compañera, qué está haciendo para conseguir sus magníficos resultados.
No pasa nada por hacerlo. Esto sigue manifestando fortaleza si aplica lo que considera que puede ayudarle.
Como líder, este tipo de comportamiento te favorece, te dará autoridad además de que irá calando en el equipo, interiorizándose y mejorando de manera considerable su aportación de valor.
Tal y como decía algunos artículos atrás, la mentalidad de crecimiento consiste en creer en uno mismo y especialmente en la capacidad que se tiene para cambiar, aprender y desarrollarse.
La inspiración en el éxito de quienes nos rodean cierra el ciclo de la mentalidad como clave en el camino hacia la ejecución de una dirección exitosa.
Recordando que una dirección destacada en este sentido está marcada por:
– la creencia de que la inteligencia individual y social puede desarrollarse se preocupa por ello y ayuda a que suceda,
– el aprendizaje propio y de los equipos,
– la aceptación de los errores y fracasos y los transforman en oportunidades para crecer,
– altos niveles de logro,
– la perseverancia,
– la visión de las críticas como una oportunidad de aprender y seguir creciendo,
– la inspiración en el éxito de quienes les rodean.
¿Están estos aspectos dentro de tu comportamiento como líder?
Momentos de reflexión
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