“En todas las organizaciones nos aparecen Trolls”.
Los trolls son personajes perniciosos que envían mensajes provocativos, ofensivos o fuera de lugar con el fin de molestar, llamar la atención o boicotear.
Personas tendentes a tergiversar la información y a imponer sus pensamientos e ideas contrarios al devenir del negocio.
Lo bueno que tienen es que son trasparentes se sabe quiénes son y, por tanto, lo bueno es que se les “puede controlar”.
La dirección de la empresa habitualmente deja “campar a sus anchas” a estos personajes.
Los escuchan, se enervan con lo que oyen pero no actúan hasta que un día se dan cuenta de que le están ganando la batalla de la comunicación.
Un gravísimo error de dirección cederles las riendas, no comunicar, no ser trasparente u ocultar información a todos los empleados porque existan estos personajes.
Aun sabiendo que van a malinterpretar lo que la empresa dice o incluso teniendo en cuenta que pondrán comentarios en redes sociales como GoWork hablando mal de la empresa.
Aunque a veces parezca lo contrario, la mejor manera de sepultar a un Troll en una organización es gestionar la comunicación.
En tu empresa, quien tiene que controlar la comunicación es dirección y si lo haces correctamente desinflarás a estos sujetos con una suavidad que ni se enterarán.
Y de paso, si instauras un entorno de comunicación orientado a la aportación de valor de las personas conseguirás incrementar el compromiso de toda la plantilla.
¿Dónde está la desventaja de integrar la comunicación como palanca estratégica de desarrollo?
En chrysalida somos referentes y lo hacemos posible.
¿Hablamos?
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