Después de unos días moviéndome como consultora interna pude sentir que se cortaba el aire.
Había rumores de despidos por la apertura de una planta en otra comunidad autónoma.
Andaba por la planta y las personas ni te miraban, parecía como si quieran mantenerse protegidos dentro de su caparazón.
Pude ver como el jefe de turno se acercaba a una de las personas y le decía que subiera a RRHH y sus compañeros lo miraron con carica de cordero degollado.
Salimos a tomar un café y pude ver como el director producción se entraba en la cantina y hablaba seriamente con cada empleado.
Le escuché preguntar a uno de ellos: «¿cómo está tu padre?» y el empleado le contó la situación.
El director siguió dirigiéndose a cada uno de los que estaban allí y a cada uno le hablaba de algo personal concreto.
Al poco tiempo, salió todo el turno y les explicó con total transparencia la situación de la empresa con un lenguaje acorde al público que tenía delante.
Escuchó las inquietudes y respondió a todas las preguntas. No fue catastrofista pero tampoco escondió la situación. Lo último que oyeron fue su compromiso de mantenerlos informados.
Las personas no quieren ser tratadas como las piezas de un engranaje. Necesitan ser consideradas y valoradas.
Este directivo, tenía presencia. Supo como «ganarse» al personal en una situación tan complicada.
El líder tiene que ser auténtico y mostrar interés sincero por los problemas de sus colaboradores o del equipo.
Tanto en el ámbito personal como los relacionados con el trabajo.
Preguntar lo justo para que no sientan interrogados, ser paciente y no incomodarse con el silencio para dar espacio a que el otro hable, es lo importante.
De este modo, se desarrolla confianza y una comunicación honesta.
Cuando el líder está verdaderamente presente con la otra persona es una singularidad del liderazgo eficaz.
Esa capacidad de escuchar a las personas hace, en ese momento, que se sientan como si fueran el único ser humano a su alrededor.
No se nos puede escapar que los líderes competentes son buenos oyentes, comunicadores y valientes.
¿Está interiorizada este tipo de escucha en el liderazgo de tu empresa?
Si queremos conseguir que los empleados se comprometan y se sientan motivados, debería estarlo.
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Contáctame si crees que puedo ayudarte con esto. 😉
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