Sólo con dinero no se fideliza a las personas. La gestión retributiva es esencial y tanto el salario emocional como la retribución flexible tiene que formar parte de la política salarial.
La retribución es como la gaseosa, cuando la tienes en el vaso, se esbafa.
Es decir, cuando se suben los salarios las personas están contentas y motivadas, en cuanto pasan 3 meses, ya forma parte de la normalidad y la motivación cae.
Por eso, el salario emocional, que son todas aquellas razones no monetarias por las que las personas trabajan contentas, cobra sentido.
Es un elemento clave para que las personas se sientan a gusto, comprometidas y bien alineadas en sus respectivos trabajos.
Proporciona la oportunidad para que las personas de todo nivel se sientan inspiradas, escuchadas, consideradas y valoradas como parte de un equipo, al cual se sienten orgullosas de pertenecer, generándoles ganas de crecer, desarrollarse y ser cada vez más empleables.
La retribución flexible es un tipo de remuneración que permite al empleado o empleada destinar hasta el 30% de su salario bruto al consumo de determinados productos o servicios a un precio inferior al del mercado.
Al pagar desde su salario bruto, la persona consigue una exención fiscal total o parcial que le permitirá evitar o reducir, respectivamente, el IRPF a pagar por estos productos y servicios.
En otras palabras, las ventajas de la Retribución Flexible se traducirán en un ahorro importante cada mes que se transformará en un salario neto anual mayor, que puede alcanzar el 15%.
Los beneficios de implantar salarios emocionales son los siguientes:
- Las personas empleadas felices son un 300% más innovadoras, un 33% más productivos y un 44% más fieles.
- El absentismo se puede reducir en un 66%.
- Mejora el clima laboral.
- Las personas están motivadas en obtener conocimientos que contribuyan al desarrollo de sus actividades.
Los factores a tener en cuenta al implementar el salario emocional son los siguientes:
- Debe responder a una estrategia y a un estudio del público objetivo.
- Es mal recibido si es incongruente o las acciones son inconexas.
- Sólo se puede aplicar si los niveles salariales se encuentran en la media del mercado.
- Para que el salario emocional forme parte de la cultura de la empresa, debe poderse replicar, alimentar, sistematizar y sostener en el tiempo.
Posibles fórmulas de salario emocional y retribución flexible:
- Dedicar tiempo al autocuidado durante la jornada.
- Trabajos para la comunidad.
- Flexibilidad laboral – Bolsa de horas.
- Favorecer el equilibrio entre la vida profesional y la personal.
- Favorecer el acceso a formaciones no relacionadas con el empleo.
- Capacitación.
- Facilitar el teletrabajo.
- Apoyo emocional en situaciones familiares complejas.
- Team building.
- Reconocimiento, como, por ejemplo:
- Dar las gracias y mostrar afecto de forma tangible.
- Publicitar los logros y /o ponerlos por escrito.
- Fomentar el aprendizaje (dar y recibir).
- Reunirse a comer.
- Fomentar el desarrollo profesional.
- Celebrar hitos.
- Permitir que las personas se muestren en otros entornos.
- Dejar escoger (por ejemplo, proyectos, recompensas…).
- Tipos de retribución flexible:
- Seguro de salud, de vida o de jubilación
- Salud mental
- Bienestar físico
- Comida
- Transporte
- Guardería
- Renting
- Formación
- Descuentos en productos y servicios: Amazon, Airbnb, H&M, Zalando…
- Planes de pensiones
- Equipos informáticos
- Trabajar las relaciones internas en la empresa.
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Hacer una buena gestión de la retribución es un proceso clave para las empresas.
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