Una dirección destacada tiene que crear valor impulsando la inteligencia social en la empresa y sus equipos Share on X
Una dirección destacada tiene que fomentar la creación de valor en los entornos de la empresa impulsando la INTELIGENCIA SOCIAL.
En mi última conferencia mostraba las claves para mejorarla en la empresa a través del comportamiento de las personas.
Una de las aptitudes más valoradas hoy en día en el mercado laboral y un aportador de valor contrastado que mejora los resultados empresariales.
Hice un recorrido por su definición, identificamos algunas de las diferencias entre inteligencia social y trabajo en equipo y descubrimos la escalera de claves para mejorarla.
Cuando hablamos de la INTELIGENCIA SOCIAL en una EMPRESA, ¿de qué hablamos?
Hablamos de la CONEXIÓN CON OTRAS PERSONAS.
Debemos tener en cuenta que una empresa es una sociedad formada por personas cuyo trabajo está conectado por la organización formal y por la informal.
Sin la coordinación y el entendimiento entre ellas no es posible elaborar y poner a disposición del cliente el producto o servicio que él espera y menos en las mejores condiciones de rentabilidad.
En este sentido, la INTELIGENCIA SOCIAL cobra especial relevancia por tres motivos:
- Favorece el trabajo trasversal y la visión global reduciendo los departamentos “estanco”.
- Mejora las relaciones fomentando compromiso y adhesión a la empresa.
- Multiplica la inteligencia colectiva que es mucho más que la suman de las inteligencias individuales.
Este GRAN VALOR, con frecuencia dejado de lado y considerado menor, rara la vez se incluye en los criterios de valoración del trabajo o en el desarrollo organizacional, dejándolo en el apartado de “buena voluntad” y ayuda a los demás.
Aunque, es cierto, que cada vez se hace más evidente lo erróneo de este modo de proceder y más plausible la importancia del desarrollo de la inteligencia social y relacional.
Cuyo fin no es otro que elevar la buena gestión interna a niveles superiores para estar a la altura de las crecientes exigencias de los grupos de interés, entre ellos, las personas.
La buena noticia es que la INTELIGENCIA SOCIAL ES UN APORTADOR DE VALOR irrefutable y universal para las empresas absolutamente medible y desarrollable.
Retador e innovador.
¿Te habías parado a pensar en ello?
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