Pretender estimular el compromiso de las personas hacia los desafíos empresariales sin dar respuesta a las siguientes preguntas es como regar una planta con agua salada. Clic para tuitear
Por más que hagas, la planta no crecerá ni prosperará, ya que no está recibiendo lo que realmente necesita para florecer.
Algunos retos a los que se enfrenta una organización están basados en:
- conseguir la diferenciación de sus productos o servicios,
- lograr el mejor margen posible,
- buscar y aplicar cambios que transformen los procesos, productos o servicios y métodos de trabajo,
- ser reconocida en el entorno como “la empresa donde todo el mundo quiere trabajar” y “la preferida por el cliente”.
A nadie se le escapa que todo esto, lo consiguen los profesionales que la forman.
Para que todos profesionales quieran comprometerse en lograr estos desafíos, como mínimo la empresa tiene que responder a las siguientes preguntas:
- ¿para qué queremos conseguir esos desafíos? (El propósito, la importancia)
- ¿qué sentido y estructuración tiene su trabajo con respecto a los retos?
- ¿qué desarrollo o progreso profesional me traerá conseguir los objetivos?
- ¿cómo van a contribuir en la aportación de ideas para alcanzarlos? (Escucha y participación)
- ¿cómo van a observar que las personas que dirigen la empresa están alineados y comprometidos con los desafíos? (Liderazgo)
Debemos tener claro, que sin horizonte no hay compromiso.
Por ello, para poner foco y dar visión es necesario, entre otros, mejorar la COMUNICACIÓN INTERNA Y EL LIDERAZGO.
Así de un plumazo, te he contado principal de la comunicación interna en la empresa.
Dos palancas que, bien trabajadas y alineadas, maximizan la aportación de valor de las personas en las empresas.
¿No crees?
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